A cualquiera que haya disfrutado de una jornada de buceo se le ha pasado por la cabeza una situación como esta:
Estás acabando la inmersión, solamente te queda la última parada aun recordando la fantástica fauna y vida del spot elegido. Empiezas a notar algo de movimiento y confirmas con tu compañero que una corriente empieza a empujar. Hace algunos minutos que perdiste contacto visual con el resto de compañeros de la inmersión pero supones que, como tú, están a punto de salir a superficie. Empiezas a sentir frío, pero en breves momentos estarás en el barco comentando la gran experiencia con el resto, mientras disfrutas del sol y una buena cerveza.
Pero la realidad es muy distinta. Te encuentras sólo, con tu compañero en medio de la nada. Ni barco, ni otros buceadores al alcance de tu vista. El pánico se apodera de ti. La corriente es mucho más fuerte de lo esperado y os ha debido de arrastrar más de lo que suponíais. Nadáis en círculos nerviosamente sin llegar a ver nada más que agua en el horizonte. Los siguientes minutos, en incluso horas serán angustiosas...
Pero el final de esta historia se puede cambiar:
Mientras compruebas todo tu equipo antes de la inmersión, verificas que tu Nautilus GPS/AIS funciona correctamente y lo guardas en uno de los bolsillos de tu Jacket. Minutos más tarde, has salido a superficie con tu compañero y comprobáis que estáis solos en medio de mar. Guardas la calma y, mientras tu pareja de buceo te sujeta, sacas del bolsillo la Radiobaliza personal Nautilus. Abres su tapa y pulsas el botón azul esperando que la señal de GPS aparezca, despliegas la antena y entonces pulsas el botón rojo y confirmas con su luz roja que la señal de emergencia ha sido enviada a más de 34 millas náuticas a la redonda. Sólo queda esperar a que os recojan en algunos minutos.
Esta historia a priori ficticia, se produce en la realidad más veces de las esperadas. Es por ello, que todo buceador debería de completar su equipo de buceo con una radiobaliza personal. El fabricante NAUTILUS LIFELINE lanza ahora una versión mejorada de su dispositivo para buceadores (MARINE RESCUE GPS). Este nuevo modelo es mucho más pequeño, ligero y flota. Es sumergible 130 m, mucho más de lo que un buceador deportivo suele bajar. Su facilidad de uso, el bajo mantenimiento (5 años aproximadamente de duración de la baterías), y su sistema standard de emergenciaAIS/DSC, hacen de él un complemento imprescindible para todo submarinista.
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