miércoles, 27 de junio de 2018

Los océanos ayudan a la medicina

Los océanos son una de las grandes apuestas de la ciencia. Cada vez más proyectos internacionales, instituciones y farmacéuticas ponen el foco de sus investigaciones en el fondo del mar para luchar contra enfermedades como el cáncer, la epilepsia o el Alzheimer.

"El mundo necesita nuevos fármacos, sobre todo antibióticos, y muy urgentemente", sentencia Fernando Reyes, director del departamento de Química de la Fundación Medina, dedicada a la investigación de compuestos innovadores. A partir de la preocupación por la resistencia a los medicamentos nació “PharmaSea'”en 2013. Su idea, explorar fondos marinos en busca de nuevos compuestos que permitan afrontar esta amenaza.

Con financiación de la Unión Europea, un total de 24 instituciones de 13 países, entre los que destaca la Fundación Medina y la Universidad de Santiago de Compostela, se han sumergido en zonas como la Antártida, encontrando moléculas con actividad antimicrobiana, contra las convulsiones y con capacidad antiinflamatoria" por ejemplo.


La mayoría de estos hallazgos se encontraban custodiados por algas y esponjas marinas. Se ha sondeado el 1% de los océanos y las farmacias cuentan ya con seis medicamentos con extracto marino. Como por ejemplo la esponja Lithoplocamia lithistoides se encuentra en investigación para tumores sólidos (Pharmamar). La Ecteinascidia turbinata, está aprobada en Europa desde 2007 y hoy se comercializa en 80 países como tratamiento para el sarcoma de tejidos blandos y para el cáncer de ovario sensible al platino. (Yondelis). Para el cáncer, Cytosar-U (Bedford), de la esponja Cryptotethya crypta; Halaven (Eisai), de la esponja Halichodria okadai y Adcetris (Seatle Genetics), de la liebre marina Dolabella auricularia. Prialt (Elan Corporation), del caracol marino, para el dolor neuropótico y Lovaza, (GlaxoSmithKline), de los ácidos grasos omega 3 del pescado, para la hipertrigliceridemia.


Tanto Pharmamar o Yondelis son unas de las organizaciones encargadas en este tipo de investigación.

La historia de Yondelis empieza hace algo más de 30 años, con la creación de Pharmamar y las primeras expediciones de buceo en el Mar del Caribe. Como en cada una de estas aventuras submarinas que se realizan (unas cinco al año), un equipo de cinco buzos se sumerge durante tres horas a un máximo de 100 metros en el transcurso de un mes aproximadamente. En palabras de Mora, "se suelen extraer entre 500 y 1.200 muestras de distintos organismos: esponjas, estrellas, tunicados, invertebrados en general". La logística implica el alquiler del barco y congeladores preparados para el adecuado mantenimiento de los organismos extraídos. El equipo de buzos y biólogos marinos se encarga de recoger las muestras, fotografiarlas y asignarles un código de barras que se introduce en el sistema informático, de tal manera que todo queda registrado y sin lagunas en su trazabilidad. A 20 grados bajo cero, sumergidas en hielo seco, 'viajan' en avión hasta el banco que Pharmamar tiene en Colmenar Viejo (Madrid). "Allí contamos con una biblioteca de más de 200.000 muestras marinas clasificadas en una cámara de 120 metros cuadrados por 2,5 metros de alto", describe el experto de dicha farmacéutica. Cada muestra se divide en dos para asegurar una segunda cámara con el mismo potencial.

Por lo que a seguir con las investigaciones marinas para poder ayudar a la medicina a partir de nuestros océanos.

Fuente: El Mundo
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