Ocupa un área de alrededor del 3% de la cuenca (lo que corresponde a un área de aproximadamente 38.000 km2), siendo por tanto una especie clave del ecosistema marino costero. Una señal inequívoca de la existencia de una pradera de posidonia es la presencia de masas de hojas en descomposición en la playa, que tienen una gran importancia en la protección de las costas contra la erosión. En las playas, sobre todo en invierno, también se encuentran "bolas" marrones de fibras de posidonia formadas por el oleaje.
En 1999 las praderas de posidonia existentes entre las islas de Ibiza y Formentera, en la zona llamada Parque Natural de ses Salines fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco dentro de la denominación «Ibiza, Biodiversidad y Cultura». Y en 2006 se descubrió en las Baleares una planta de posidonia de cerca de 8 km de largo, a la que se le atribuyó una edad de 100.000 años. La planta se sitúa en el interior de una pradera que se extiende unos 700 km² desde la zona de Es Freus (Formentera) hasta la playa de Ses Salines (Ibiza). La identificación de la planta fue posible gracias al uso de marcadores genéticos. El descubrimiento fue fortuito, ya que se estima que dentro de esta pradera viven cien millones de ejemplares de la misma especie. Se cree que esta planta es uno de los organismos vivos más grandes y longevos del mundo. ¿Quieres saber más sobre cómo podemos hacer más en la recuperación de esta planta tan especial? Pues tienes que ver este vídeo... de nuestros amigos de Equilibrio Marino, submarinismo y conservación medioambiental.
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