La empresa Ocean Revival con el apoyo de diferentes administraciones portuguesas han creado un
arrecife artificial hundiendo 4 barcos de la Armada. Esta idea se planteó durante los años 2007 al 2009, aunque no concluyó hasta el 2013.
La zona elegida reúne unas excelentes condiciones para la práctica del submarinismo: buen tiempo, aguas tranquilas, con una temperatura entre 14º y 22º y con buenos accesos, que a su vez, se encuentra próximo naufragios del siglo XVIII o de la Primera y Segunda Guerra Mundial e impresionantes paredes naturales. La profundidad en la que se encuentran los barcos oscila entre los −26 y los −32 metros y ofrecen distintos itinerarios, desde los más sencillos hasta otras opciones más complejas que pueden atraer a buceadores de cualquier nivel y los fondos están llenos de hermosos corales, esponjas, anémonas y babosas de mar , sobre los que nadan doradas y lubinas, pargos, besugos, morenas, salmonetes, pulpos, sepias y caballitos de mar, entre muchas otras especies.
Después de la limpieza y descontaminación de los cuatro barcos, se hundieron el Patrulha Oceânico Zambeze de 292 toneladas y 44 metros de eslora, la Corveta Oliveira e Carmo de 1.430 toneladas y 85 metros de eslora, el Navío Hidrográfico Almeida Carvalho de 1.320 toneladas y 64 metros de eslora y la Fragata Comandante Hermenegildo Capelo de 2.700 toneladas y 102 metros de eslora.
Este proyecto complementa el amplio "patrimonio" submarino del Algarve, ya que esta región suma una larga historia de naufragios , entre los que destacan el Torvore, Wilhelm Krag y Nordsoen, tres de los cuatro barcos hundidos por el submarino U35 durante la Primera Guerra Mundial; el bombardero B24 Liberator, que se estrelló en las aguas de Faro, y el Empire Warrior, hundido por la Luftwaffe en Vila Real, ambos durante la Segunda Guerra Mundial, y el Océan, hundido durante la Batalla de Lagos entre británicos y franceses en 1759.
Se puede disfrutar también en superficie del Museo de Portimão, donde se exhibe una amplia documentación sobre la flota con equipamientos, diseños, fotos y grabaciones de los navíos, la cronología de su carrera y varios documentos sobre su contexto histórico. De esta forma, además de ofrecer un entorno único para los amantes del submarinismo, se potencia la importancia del mar portugués y se deja un testimonio de la historia del país, al tiempo que se abre una importante posibilidad para el estudio de la biología marina en esta área.
[responsive_youtube kEFkO_UwLmU]
0 comentarios:
Publicar un comentario